Mi poeMARIO debería estás en todas las CASAS
Lluis Mosquera
Ediciones Hidroavión, 2018
Mi poeMARIO debería estar en todas las CASAS, de Lluis Mosquera, es, salvando la obviedad y la reiteración, la obra de un antipoeta, no porque lo suyo no sea el verso, sino porque rompe, desde la primera hasta la última página, con el clasicismo de un género completo, dando voz a su generación y proponiendo la regeneración de la palabra como una acción.
Más allá de sonidos rimbombantes y consonancias naturales o forzadas, Lluis busca la emoción a golpes de impresión –desde la impresora y desde el impacto– para que quien lee no pueda encontrar el camino lineal que une sus textos, y se pierda en los pensamientos y en los estilos que encierra el libro.
Con talento, y nada de mesura, el autor habla de sí mismo, de sus miedos y de sus (in)certezas, de su mundo y del nuestro, en general, pero con una mirada muy particular. La riqueza de este poemario radica precisamente en su imprevisibilidad y en la sorpresa constante; en el acoso textual permanente al lector, a quien interpela e invita a participar activamente en su poesía, y en la naturalidad con la que mezcla los sonidos modernos con la prosa y el verso habituales.
Lo suyo es un poemario redondo, pero sin forma. Porque nada limita más a la emoción que el dibujo de un perímetro en forma de clasificación. Y precisamente límites es lo que Lluis no entiende ni conoce, tanto en el desnudo lírico como en la propuesta creativa de un autor que no necesita de etiquetas ni apellidos estilísticos. Lo suyo es arte personal, un planteamiento libre de tóxicos, pero rebosante de mala baba y de emociones cotidianas. Precisamente porque lo que deja es una sensación nueva y fresca de curiosidad, que no se cierra ni siquiera al dar vuelta la última página. ¡Queremos más, Lluis!