A ti, lechuza adolescente, que no sabías que tus alas iban a ser de colores:
Quiero que sepas que, aunque te costará algunos años entenderlo, acabarás descubriendo que no te fijas en todas esas chicas solo por admiración o envidia. Las actrices que buscas en Tumblr te ponen tanto (o más) que los actores, y esto está genial.
No te voy a mentir, habrá gente con la que no te sientas cómoda hablando de tu orientación sexual y a lo mejor nos hacen falta algunos años más para poder estarlo del todo, pero iremos poco a poco.
Aún no lo sabes, o no lo has querido reconocer, pero eres bisexual y dentro de poco te encantará ser consciente de esto y sentir que formas parte de algo. Hay un colectivo de personas diversas del que formas parte y que va a luchar contigo para que todo sea un poco más justo.
Es curioso porque sé que ahora mismo no eres ni capaz de imaginarlo, pero un día pasearás por las calles de Madrid, con una bandera de los colores del arcoíris colocada como una capa de superheroína, rodeada de gente que te entiende, te respeta y te quiere, y vas a sentirte más libre que nunca.
Siempre has tenido una pequeña obsesión con búhos y lechuzas (todavía la tienes), siempre ha sido un buen seudónimo o mote para cuando era necesario el anonimato y supongo que es un buen animal con el que identificarse. Lo que no sabes a tu edad es que eres una lechuza enjaulada. Es duro descubrirlo, lo sé. Te va a costar muchísimas comeduras de cabeza, un montón de lágrimas en la cama y un drama tremendo en un baño de discoteca con luces verdes y olor a pis la primera vez que lo digas en voz alta a una amiga estando borracha. Pero irá bien.
Otra cosa que ahora mismo quizás te cueste imaginar es que una vez lo aceptes tú y empieces a aprender a volar, desplegando cada vez más tus alas de colores, tu entorno empieza a aceptarlo. Has tenido suerte, supongo. De momento, no ha hecho falta aún hablar de tu orientación en casa, pero papá, mamá y hasta el enano siempre hablan de una pareja o “de un novio o novia” cuando te comentan el futuro. Que sí, que ha sido así de natural y no solo con ellos.
A mí, personalmente, me alegra escribir esto sabiendo que no vas a leerlo nunca, porque la experiencia de descubrirte a ti misma es algo que tienes que hacer perdiéndote mucho.
Vas a aprender tantísimas cosas sobre ti y sobre el mundo en general en estos años que me parece surrealista hasta echar la vista atrás e imaginarme que un día fui tú y vivía sin saber todo esto. También vas a hacer muchísimas cosas mal y otras muy bien, avanzando a tu manera… como todo el mundo. Ojalá supieras ya, eso sí, que tu felicidad depende solo de ti y no tiene nada que ver con lo que otras personas piensen, opinen o digan.
Además, sigues escuchando, viendo, leyendo y escribiendo un montón de historias y, de esto ya te has dado cuenta tú, pero cada día lo tienes más claro, es lo tuyo y te va a ayudar un montón. Te prometo que no dejaré de hacerlo, por ti (que llegarás a ser quien soy gracias a todas esas historias).
En resumen, que aunque todo esto parezcan frases que podrías haber leído en un sobre de azúcar de la cafetería de la esquina, la experiencia de estos años aprendiendo a volar me ha dejado algo claro que tienes que tener en cuenta siempre: todo mejora.