«El amor solo es el nombre del deseo y de la búsqueda del todo». Platón
En un mundo en el que prima lo superficial, encontrarte con productos como The Half of it es un regalo; no ya solo por la aparición de referentes del colectivo, sino por el tratamiento tan positivo que se hace de estos.
La exposición que se hace de las diversidades en pantalla cada vez es más plural y corriente, donde «corriente» se trata de perspectiva y profundidad. Las narrativas cinematográficas van adaptándose a los nuevos tiempos mediante la inclusión de personajes LGBTIQ+ cuyas tramas son más complejas y van mucho más allá de la mera «salida del armario» o «amor imposible», y, como es en este caso, se alejan de muchos de los estereotipos a los que los personajes del colectivo han estado y están anclados.
En The Half of it el gran dilema que atraviesa a nuestros protagonistas es la complejidad del concepto «amor» y la búsqueda de su significado real dentro de un contexto en el que cada protagonista lo definirá desde un punto de vista diferente, basado en su propia experiencia personal, y que cobrará sentido como uno solo, hacia el final de la película, gracias a la magia de la alteridad.
The Half of it es una pausa en mitad del camino, un cruce de andenes en la estación de la vida que brinda por las diferentes formas que toma el amor para presentarse en nuestras existencias. Un «intento de» que nos recuerda la importancia de vivir de acuerdo a la persona que somos. Un homenaje a la honestidad y un claro mensaje en contra de las apariencias. Porque la vida es demasiado corta para pretender fingir ser quien no eres.
«El amor es complicado, horrible y egoísta…y atrevido». Ellie chu