Existen numerosos mitos acerca de la asexualidad como resultado de su invisibilización. No son demasiadas las veces que se trata como lo que realmente es: una orientación sexual que se define por la ausencia de atracción sexual. Por ello, es necesario informar de la existencia de ciertas creencias erróneas, ya que precisamente no ayudan a visibilizar.
Repasamos aquí algunos de los mitos más comunes sobre ella.
- La asexualidad es una elección.
¿Acaso la heterosexualidad, la homosexualidad o la bisexualidad son una elección? Pues no. Lo mismo ocurre con la asexualidad, la cual se define correctamente como la falta de atracción sexual. Quienes deciden no tener relaciones sexuales (y/o románticas) podrán ser célibes, pero esto no tiene nada que ver con una orientación. Además, una persona asexual que tenga relaciones sexuales lo seguirá siendo, de la misma manera que un hombre gay que por el motivo que sea decide tener sexo con una mujer, sigue siendo gay. Las orientaciones definen quién te atrae, no como te comportes con un género concreto. Sin embargo, muchas veces los comportamientos pueden ayudarnos a descubrir quién nos atrae realmente.
- Las personas asexuales no se enamoran.
Esto es falso. Las personas por un lado sentimos atracción sexual y, por otro, atracción romántica (enamorarse). La orientación que define a quienes no sienten atracción romántica, es el arromanticismo. Por lo tanto, hay personas asexuales y hay personas arrománticas, al igual que las hay que son asexuales y birrománticas, heterrománticas u homorománticas.
- La asexualidad es una moda.
La asexualidad ha existido toda la vida, el problema es que ha sido invisible. La aparición de Internet ha facilitado mucho que las personas de este colectivo puedan conectar entre sí, divulgar información e incluso poder conocer realmente su orientación. El hecho de que la Web dé más voz al colectivo, no implica que sea una moda. Además, se han encontrado documentos de los años 70 que ya mencionaban la asexualidad con una definición muy similar a la de hoy en día.
- No puedes saber si eres asexual o grisexual si nunca has tenido sexo.
Entonces… ¿Cómo sabe la gente heterosexual que lo es antes de tener sexo? Las orientaciones sexuales son mucho más que el hecho de disfrutar del sexo con alguien.
¿Te preguntas qué es grisexual? Una vez está claro que ser asexual es no sentir atracción sexual, piensa en alguien que sólo hubiera sentido atracción sexual 2 o 3 veces en su vida. Por definición, no sería asexual, pero seguramente su vivencia se acerca más a la de una persona asexual que a la de una persona no asexual (o alosexual). Ese sería el caso de una persona grisexual, las cuales solo sienten atracción sexual bajo unas circunstancias específicas.
- A las personas asexuales no les gusta tener sexo.
Una cosa es la atracción sexual que se sienta por una persona, otra la libido y otra la voluntad de tener sexo. A pesar de no sentir esa atracción por las personas, hay quien puede disfrutar de intimar románticamente y/o de disfrutar de las sensaciones que el sexo produce.
Ser asexual puede implicar tener más dificultades a la hora de disfrutar del sexo que en el caso de la gente alosexual (personas no asexuales), pero esto no quiere decir que no se pueda. Por ejemplo, hay asexuales que solo pueden conectar con el sexo si hay muchos preliminares e incluso si solo es mediante prácticas concretas. Además, hay que entender que el sexo no siempre implica a otras personas: muchas personas asexuales se masturban.
- Las personas demisexuales en verdad son como el resto del mundo. Hay mucha gente que prefiere tener sexo con quien tiene confianza, pero eso no es una orientación.
Una cosa es la decisión que tomen las personas acerca de cuándo tener sexo y otra muy diferente, el hecho de sentir atracción sexual o no. Una persona demisexual puede llegar a querer sexo con alguien con quien apenas tiene confianza, antes incluso de que aparezca esa atracción. Una persona no demisexual, por otro lado, puede sentir la atracción desde el primer momento, pero igualmente decidir si quiere o no mantener una relación sexual.
- La asexualidad es homofobia y bifobia porque estás rechazando llamarte homosexual o bisexual.
Si eliminamos la cultura social que oprime a las personas homosexuales y bisexuales, no existiría rechazo. El problema no es de la existencia de las personas asexuales, si no de la homofobia y la bifobia. Aun así, también existe mucho rechazo hacia el colectivo asexual, por lo que no creo que a mucha gente le resultase desmesuradamente más cómodo identificarse como asexual, que como bisexual u homosexual. Además, también se da el caso de personas asexuales heterorrománticas, para las cuales las etiquetas homosexual o bisexual no tendrían mucho sentido. ¿Para qué identificarse como asexual si se acercan a la heteronorma? Porque una persona asexual no es heterosexual, y puede no encajar en gran cantidad de expectativas sociales, que son microagresiones que llevan a la autoinvalidación y el autoodio.
- Al colectivo asexual se le discrimina por machismo, no por acefobia (discriminación hacia el colectivo asexual).
La acefobia existe y se manifiesta de diferentes maneras no relacionadas con el feminismo. Sin embargo, el hecho de ser mujer y además asexual, cuenta con una problemática añadida, derivada de una doble discriminación. Lo mismo pasa con las mujeres discapacitadas, las mujeres trans, las mujeres racializadas, las mujeres pobres… Por ejemplo, la discriminación laboral que sufre una mujer trans no es la misma que sufre una mujer cis.
El colectivo asexual cuenta con una discriminación específica, la cual es producto de una norma social que afirma que todas las personas debemos sentir atracción sexual y disfrutar del sexo. Por ello, se trata a las personas vírgenes o que llevan un tiempo sin tener sexo como fracasadas, e incluso se les patologiza y se les fuerza a “curar su problema”.
Las personas asexuales, como las bisexuales, también sufrimos monosexismo, que es la creencia de que te tiene que atraer sexualmente y románticamente un solo género. La sociedad no parece encajar bien las orientaciones que se sienten atraídas por menos o más géneros.
Con todo, uno de los principales problemas que afrontamos las personas asexuales es seguramente en el ámbito sanitario. Hay profesionales de la salud (desde médicos de cabecera a psicólogos y psiquiatras, pasando incluso por endocrinólogos) que se han animado a patologizar a personas asexuales, proponer terapias de conversión y cosas peores, lo que ha llevado a que personas asexuales renuncien a ciertos servicios de salud.
Las personas asexuales escapamos de una norma impuesta y demostramos que, perfectamente, se puede tener una vida plena sin cumplir con las expectativas sociales. No sentir atracción sexual simplemente significa eso: no sentir atracción sexual. Esto no implica que nos falte algo, que no estemos disfrutando de la vida o que seamos personas “amargadas”. No es nuestra existencia la que está equivocada, si no la perspectiva que se tiene en torno al sexo y al colectivo asexual. Ya hay gente alosexual que ve el mundo por nuestros ojos, pero hasta que no llegue el día en que lo haga toda la sociedad, no podemos rendirnos. Paso a paso decimos que #TodoMejora.
Muchas gracias por tu artículo! Es super necesario borrar estos mitos y estereotipos de la asexualidad, tan necesario como borrar los mitos que afectan a las personas homo o bi. Gracias de nuevo! #TodoMejora