Los Ángeles es la ciudad más grande de California y la segunda de Estados Unidos. Es una ciudad global, centro de negocios, comercio, entretenimiento, cultura, medios de comunicación, moda, ciencia, deportes, tecnología, investigación y educación. En ella se concentran diversidad de culturas, empresas punteras, y entretenimiento para todos los gustos -desde las playas de Santa Mónica, Venice, Malibú o Long Beach, pasando por los grandes parques temáticos como Disneyland, Knott´s Berry Farm, Magic Mountain o los Estudios Universal, hasta el glamour del cine americano de Hollywood y su Walk of Fame.
Los Ángeles nunca duerme. Podrás ir de compras por las tiendas más espectaculares del mundo, salir de marcha a los locales y discotecas más vanguardistas o degustar la mejor selección de gastronomía internacional. Si te gusta la cultura, Los Ángeles cuenta con galerías de arte y museos de primera categoría. Además, para los amantes de la tranquilidad y la vida saludable, la ciudad cuenta con excelentes parques y áreas donde realizar todo tipo de deportes. Es sin duda, un destino muy recomendable para realizar un curso de inglés en Estados Unidos.
Me gustaría escribir un pequeño poema sobre la ciudad más fascinante del mundo, y donde se celebra nuestro curso para aprender inglés destinado a público gay:
Os dejo también algunos links con guías turísticas de Los Angeles para que vayais planificando vuestro curso de inglés este verano:
- 20 planes en Los Angeles (El Pais Viajero): Del cinematográfico observatorio Griffith a la playa de Venice Beach, pistas para disfrutar la gran ciudad californiana.
- Y el Oscar es para… LA (El Pais Viajero): De Venice Beach a Chinatown, cinco rutas de premio para descubrir la esencia de la ciudad estadunidense.
- Los Angeles para mitómanos (El País Viajero): La casa que fue plató de ‘Blade Runner’ y otra en forma de ovni. Espectáculo y arquitectura en la luminosa ciudad del cine.
- 10 paseos por Los Angeles (El Pais Viajero): De Santa Mónica a Mulholland Drive, lugares imprescindibles para visitar en esta megalópolis de California.
Para más información sobre este curso de verano intensivo para adolescentes y jóvenes LGTB puedes visitar exploreusalgbt.org o escribirnos un email a info@georgewashingtonschool.net.
Albert Torres, CEO de George Washington School of English
A finales de los años 1930 Mickey Mouse había perdido popularidad, ya
que los gustos del público se iban decantando
cada vez más hacia los largometrajes, hecho que intranquilizó a Walt Disney.8 Uno de los personajes
creados para entre los cortos de Mickey, el Pato Donald (Donald Duck), había adquirido serie propia, y demostró ser más
popular que su compañero el ratón, y, sobre
todo, más rentable. Walt, sin embargo, no estaba dispuesto a deshacerse todavía de
su personaje clave, con lo que ideó un corto singular que se concebiría como la reaparición de Mickey
Mouse: El aprendiz de hechicero,9 que sería totalmente mudo excepto por la música de Paul Dukas, en quien estaba basado el cortometraje.
Los argumentistas sugirieron que el protagonista del corto podría ser Mudito (o bien Tontín), el enano mudo
de la película de Walt Disney Blancanieves y los 7 enanitos (1938), pero Walt
insistió en utilizar a Mickey.
La producción del corto comenzó en mil novecientos treinta y ocho, cuando Walt coincidió en un restaurante de Hollywood con el renombrado directivo de orquesta Leopold Stokowski,8 que se ofreció a grabar la música sin costo, con lo que reunió un equipo de unos cien músicos
de la ciudad de Los Ángeles para tocar y grabar la banda sonora de los nueve minutos de
duración del cortometraje.
El departamento de animación del estudio trabajó en el que era el
proyecto más ambicioso del estudio. El animador Fred Moore rediseñó a Mickey Mouse, otorgándole más peso y volumen, conforme con la tecnología de la temporada.
También se le agregaron pupilas para dotar a su cara de mayor expresividad.
Todo en la película se hizo prestando singular atención a los
detalles y a la creatividad: los colores, el ritmo, la animación del personaje
y de los efectos. El brujo sin nombre de El aprendiz de brujo fue llamado Yen Sid: Disney silabeado al contrario.
Todos estos esfuerzos iban a salir muy caros, unos ciento
veinticinco 000 dólares estadounidenses, un precio que Walt y, sobre
todo, su hermano y asociado, Roy, sabían que no iba compensarse en taquilla.8 La mayor parte de los cortos de Disney habían costado unos cuarenta 000 dólares estadounidenses, que eran unos 10 cero
dólares americanos más que el presupuesto medio de cualquier corto hecho
fuera de los estudios Disney. El corto más rentable del estudio, Los 3 cerditos,
había colectado 60 cero dólares estadounidenses en taquilla.
Siguiendo el consejo de Stokowski, Walt decidió ampliar el corto al estilo de su serie de cortos Silly Symphonies, pero
concebido como un largo, formado por varias escenas donde la animación se combinaba con la música
tradicional, y donde El practicante de hechicero sería una de ellas.
Para proveer a la película de una continuidad, Walt reclutó al
músico y crítico musical Deems Taylor como maestro
de liturgias que introducía y explicaba cada uno de los segmentos.
Stokowski sugirió el título de Fantasía (que literalmente significaba «Una mezcla de temas familiares con variaciones y también interludios»10 ), que
pasó a ser finalmente el título terminante (el título inicial
era The Concert Feature).
Con El aprendiz de brujo prácticamente completo, el resto de la producción de Fantasía se inició
a principios de 1939, prestando exactamente la
misma atención por el detalle y la cuidada animación en todos los demás segmentos de la
película.
A pesar de que la película se puede considerar un fracaso de Walt Disney, consagró a Mickey Mouse como entre
los iconos definitivos del estudio, y la imagen de Mickey con el traje
de hechicero ha sido durante décadas el distintivo de Walt Disney.