El fundador en 1994 de Octubre como el Mes de la Historia LGTB o LGBT History Month, Rodney Wilson, explica cómo aprender sobre nuestro pasado le ha ayudado a vivir una vida más honesta, abierta e íntegra. [artículo original en The Advocate]
Mientras mi familia dormía los domingos por la mañana, yo siempre me despertaba con el sol, me sentaba con las piernas cruzadas en el suelo del salón comiendo un bol de cereales y viendo el programa Old Time Gospel Hour (un programa religioso) anonadado con cada palabra de su acento sureño baptista, y aún más con la señora que hacía lenguaje de signos con un jersey de cuello alto en el óvalo superpuesto en la esquina inferior izquierda de la pantalla. Mi yo a los 10 años buscaba sentido en el cálido resplandor de la televisión del Señor, en vivo desde Lynchburg, Virgina. El reverendo Jerry Falwell me contaba una historia más grande que la mía.
Ahora a mis 50 años vuelvo la vista atrás. Ahora veo que mucho de lo que he hecho y la mayoría de lo que lo ha motivado nació de mi necesidad de buscar respuestas a las grandes preguntas, tratando de encontrar mi sitio en el mundo: ¿Dónde encajo yo? ¿Cómo encuentro sentido a mi vida? ¿Tiene sentido todo esto?
Cuando era niño y adolescente, miraba a la religión para buscar respuestas y un sentido o propósito a la vida. Pasé la mayor parte de mis primeros 20 años de vida creyendo en lo supernatural de la religión Cristiana (fundamentalista). Por eso Jerry Falwell y yo flirteamos durante una década (figurativamente) antes de superarle: «Mira Jerry, no eres tú, soy yo». La religión ya no tenía todas las respuestas a las preguntas que yo hacía.
A mis veintipocos me interesé en la historia de mi familia a modo de guía espiritual. Hablé con mis padres, tías y tíos, y mi único abuelo vivo, sobre el pasado de nuestras familias – de dónde venían los Wilsons, los Ferrells, los Millers, los Gambles, los Gilberts, y de cómo la vergüenza y el sufrimiento y el triunfo y la tragedia nos moldeó y nos hizo lo que somos. La búsqueda genealógica engendró un deseo por investigar el rol de mi familia en la gran historia de los Estados Unidos de América, y en la mayor historia de la raza humana. Para determinar con precisión mi lugar en el curso de nuestra experiencia nacional, y en las memorias compartidas de nuestra especie, me gradué en Historia en la universidad. Cavé profundo, buscando descubrir el fundamento bajo el cual construir una vida adulta estable y significativa.
Encontré raíces de anclaje. El estudio de la religión me ayudó a comprender lo que significa ser un ser espiritual, y los años estudiando la historia (familiar, americana, mundial) me enseñaron lo que significa ser una persona nacida en EE.UU. en una familia particular en un preciso momento de la narrativa histórica. A los 25 años me sentía conectado… Pero todavía no había reconciliado mi vida como hombre homosexual en el contexto de lo que había aprendido. Cuando comenzó mi proceso de salida del armario, hacia los 25 años, una vez más me volví hacia la historia para ayudarme a darle sentido a todo. Leí todo lo que llegaba a mis manos sobre la historia LGTB, desde lo más erudito y bien documentado, hasta lo más popular e incluso tonto, esperando verme reflejado en estos proscritos.
Busqué en la historia LGTB precisamente para encontrar los mismos anclajes que había buscado toda mi vida – sentido, propósito y apoyo. Y la historia LGTB me dió autoestima como persona gay y reforzó mi propósito de vivir, de la mejor manera posible, una vida honesta, abierta e íntegra. Me dió un sentido más profundo de lugar y potencial. ¿Podría esta historia hacer lo mismo con otros? Me preguntaba…
Como profesor, había sido defensor de varios meses históricos, los recordatorios anuales de que no toda la Historia está hecha por hombres blancos heterosexuales. Carter Woodson fundó la Semana de la Historia Negra (Negro History Week, ahora llamado African-American History Month) en 1926 porque creía que los afroamericanos habían sido sacados fuera de la historia, y que un recordatorio de las cosas del pasado podrían empoderar al presente. Décadas más tarde, los latinos y las mujeres y los asiático-americanos, sintiéndose de la misma forma, fundaron el Mes de la Herencia Hispánica (Hispanic Heritage Month), el Mes de la Historia de la Mujer (Women’s History Month), y el Mes de la Historia Asia-Pacífico (Asian-Pacific Islander Heritage Month).
Yo quería lo mismo para nuestra comunidad, y en enero de 1994 propuse que el mes de octubre de 1994 fuera reconocido como el primer Mes de la Historia LGTB anual. La idea se afianzó rápidamente y, desde entonces, cada año se han unido más universidades y grupos comunitarios. Ya que el estudio de la historia ha hecho tanto por mí, estoy orgulloso de que este octubre marca el vigésimo segundo evento anual. Sé que el reverendo Jerry Falwell no lo aprobaría, pero yo sí.
Fuente original: http://www.advocate.com/commentary/2015/10/01/knowing-lgbt-history-knowing-yourself