La Berlinale fue pionera y desde 1987 reconoce los esfuerzos cinematográficos de temática o representación LGBTIQ+ con la entrega del Teddy Award, que distinguió en su primera edición nada más y nada menos que a un director español, el manchego Pedro Almodóvar con La ley del deseo, coprotagonizada por un entonces desconocido Antonio Banderas.
Veinte años después, en 2007, una de las muestras más reconocidas del mundo: el Festival Internacional de Cine de Venecia hacía lo propio con el Queer Lion y desde entonces honra al mejor filme de temática homosexual y cultura queer.
El premio, que está oficialmente reconocido por el festival, es uno de los galardones más prestigiosos y comentados de esta cita anual donde confluye lo mejor del séptimo arte.
A pesar de que la idea del festival surgió en 2003, no fue sino hasta 2007 cuando se materializó y tuvo lugar la primera ceremonia en la que la película The Speed of Life, del director Edward Ratke resultó ganadora. Otros filmes que se han llevado este importante premio han sido Un hombre soltero, de Tom Ford; Philomena, de Stephen Frears; y La chica danesa, de Tom Hooper, entre otros.
Este año, entre los diez filmes en la competición oficial, hay dos películas de habla hispana: José, del director chino Li Cheng, pero con protagonista guatemalteco, rodada además en el país centroamericano; y La quietud, del director argentino Pablo Trapero. Además, Luca Guadagnino, el director de la aclamada Call me by your name, estrena su más reciente obra cinematográfica, Suspiria.
Las películas que completan la selección son: C’est ça l’amour, de la directora Claire Burger; The Favourite, de Yorgos Lanthimos; The Other Side of the Wind, del mismísimo Orson Welles, una película que llega 33 años después de muerto su director; Zen sul ghiaccio sottile, de Margherita Ferri; Bêtes blondes, de Alexia Walther y Maxime Matray; The Man Who Surprised Everyone, de Natasha Merkulova y Aleksey Chupov, y Memories of my Body, de Garin Nugroho.
Nos encanta que eventos tan distinguidos como el Festival Internacional de Cine de Venecia reconozcan los esfuerzos cinematográficos de temática LGBTIQ+ y apoyen la representación de la diversidad sexual e identidad de género en la gran pantalla.