Luimelia, es el nombre con el que se conoce el tándem de dos personajes (Luisita Gómez y Amelia Ledesma) de la serie española Amar es para siempre. La historia de estas dos mujeres ha sobrepasado la pantalla de televisión y, después de considerar todas las demandas sobre un spin-off con estos dos personajes como protagonistas, se estrenó la primera temporada de #Luimelia en la plataforma ATRESplayer.
¿Qué importancia tienen estos dos personajes? La respuesta no es sencilla. Es más, para poder responderla, tendríamos que hacer spoiler de la serie de donde surgieron Luisita y Amelia. Y es que Amar es para siempre está ambientada en los años 70, donde la diversidad sexual todavía estaba penada por ley. Eran unos años muy difíciles y complicados para quienes tenían diferentes maneras de vivir su vida a la de la gran mayoría de la población española de entonces. Pero aún así, Luisita y Amelia lucharon contra viento y marea para poder seguir estando juntas.
A lo largo de su historia de amor (que no es precisamente corta), nos hemos ilusionado, emocionado e incluso nos hemos enfadado con el transcurso de la serie. Pero aún así, hemos seguido estando pendientes de estas dos mujeres tan maravillosas que nos han regalado el equipo de guionistas y de dirección, y, sobre todo, sus actrices: Paula Usero (Luisita) y Carol Rovira (Amelia), quienes han hecho una serie de cómo el amor puede con todo y como, con el tiempo, todo mejora.
Luimelia estaba predestinada a tener su propia serie, y aunque sean capítulos muy cortos (de diez minutos cada uno), nos muestran como sería la vida de estas dos mujeres si viviesen en el siglo XXI, donde la diversidad sexual ya no es un delito y cada quien es libre de amar a quien quiera. Porque Luisita y Amelia de los años 70 nos enseñaron lo que tuvieron que luchar las generaciones pasadas para poder vivir con este grado de libertad del que hoy disfrutamos. Y por otro lado, Luimelia de este siglo nos muestran como todo ha mejorado, como ahora es más fácil (aunque sigue habiendo cosas pendientes) vivir una vida auténtica, y como al final, amar no entiende de décadas o siglos, porque amar es para siempre.