Stonewall Inn, Nueva York, 28 de junio de 1969.
Esa noche un grupo de personas LGTBIQ+ se unieron como era habitual en el local llamado Stonewall Inn. Estaban pasándolo bien, en su ambiente, sin nada que esconder y pudiendo ser ellxs mismxs por un rato.
De pronto, y como hacía de manera continuada, el departamento de Policía de Nueva York llevó a cabo una redada en el local. Estas consistían en tocamientos a personas trans para comprobar qué es lo que tenían entre las piernas, manoseos a las mujeres lesbianas y bisexuales, y tantos actos denigrantes a las personas que formaban parte del colectivo que necesitaríamos otro artículo para explicar lo que allí ocurría. Estas redadas solían terminar con las personas que estaban dentro del local detenidas, fichadas y pasando incluso más de una noche en el calabozo.
Ese día creían que sería una redada más, como cualquier otra, pero algo cambió. Cuando se estaban llevando a una de las mujeres esposadas, esta se rebeló, y eso desembocó en una revuelta masiva en la que la policía terminó encerrada dentro del local intentando protegerse de la muchedumbre cabreada, harta de tanta humillación. Fue una revuelta que duró toda la noche. Cada vez más y más gente se agolpaba en la puerta del Stonewall reivindicando sus derechos y diciendo “basta”. Al día siguiente siguieron por las calles, gritando, alzando la voz por sus derechos, esos que les habían negado durante tantísimo tiempo. Así nació un movimiento imparable que, para recordar los hechos ocurridos esa noche, se volvieron a organizar un año después en lo que se considera como la primera manifestación LGTBIQ+.
No puedo no dedicar unas líneas a dos personas clave en este hecho histórico. Ellas son Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson. Dos mujeres trans, drags, racializadas y prostitutas. Sí, es a las mujeres trans a quienes les debemos lo que tenemos hasta ahora. Ellas lucharon no solo esa noche, sino que lo hicieron toda su vida por las personas más excluidas del colectivo LGTBIQ+.
Sylvia dijo esa noche una frase que es la que pone nombre a este post y que pasó a la historia, “The Revolution is here” (“La revolución está aquí”). Y por ellas, que dieron su vida por nosotrxs, tenemos que seguir luchando. Ahora más que nunca. Para que lo que hicieron no fuera en vano. Para que su muerte no haya sido en vano.
Durante años se ha invisibilizado muy especialmente a las personas trans. Se las ha excluido de la lucha. Es hora de que abramos los ojos y sepamos de dónde venimos. Que nos demos cuenta de que sin ellas no tendríamos los pocos derechos que hoy tenemos. Gracias a ellas yo he podido vivir una relación preciosa con una persona maravillosa sin tener que esconderme, he podido ser yo. Y como yo, muchxs de nosotrxs.
Todo empezó en Stonewall esa noche del 28 de junio de 1969. Es hora de que continuemos lo que ellas empezaron.