Veneno, la serie que ha conquistado a miles de espectadores en ATRESPLAYER Premium (y en sus pases en cines o en televisión abierta), no es solo la historia de Cristina Ortiz.
Javier Calvo y Javier Ambrossi han adaptado ¡Digo! Ni puta ni santa. Las memorias de La Veneno para llevar la vida de esta mujer a la pequeña pantalla. Pero esta adaptación no se ha hecho de forma literal. El libro cuenta la historia de La Veneno en primera persona y de forma cronológica, de modo que es la propia Cristina quien hace una narración de su vida desde su nacimiento. Sin embargo, la serie ha decidido tomar otro camino y nos muestra a La Veneno a través de Valeria Vegas (escritora del libro), dejando que sean sus entrevistas con ella las que nos enseñen la vida de Cristina, rompiendo la secuencia temporal lógica.
¿Por qué esta decisión? Creo que la decisión de no hacer una narración cronológica nos hace entender mejor a La Veneno como una persona compleja y nos permite que vayamos construyendo al personaje, mientras que una narración lineal simplificaría su historia a una serie de acontecimientos con la lógica de causa-efecto. ¿Y por qué introducir a Valeria como protagonista? Bueno, eso necesita una explicación más detallada.
A la decisión de darle este mayor peso al personaje de Valeria le veo tres posibles explicaciones:
- En primer lugar, podría deberse a la idea de presentar un referente de mujer trans que sea menos polémico que La Veneno, ya que esta podía parecer un personaje extravagante y a veces políticamente incorrecta. Introducir el personaje de Valeria permite mostrar la visión de una mujer trans con la que, tal vez, puedan identificarse más personas.
- La segunda explicación sería para mostrar mejor el impacto de La Veneno. En la serie vemos cómo para Valeria fue determinante en su vida el hecho de conocer a Cristina Ortiz. De alguna forma, cuando vemos la serie podemos identificarnos con Valeria, porque nosotros también conocemos a La Veneno mediante esta historia y seguramente no nos deje indiferentes.
- La tercera explicación de por qué darle un mayor protagonismo a Valeria sería mostrar el cambio de la realidad social española respecto a las personas trans. Valeria es una mujer trans que, gracias al tiempo en el que vive, tiene mayores oportunidades: estudia en la universidad y posteriormente consigue un buen trabajo. Es verdad que falta mucho por lograr pero, mediante la comparación entre La Veneno y Valeria, podemos ver que la situación de las mujeres trans ha mejorado en España (y esperemos que lo siga haciendo).
Una serie como esta, que cuenta la biografía de una persona concreta, se hace relevante para la sociedad por su labor de visibilización. No hay que olvidar que la televisión siempre ha formado parte del ámbito doméstico, de lo privado. Así que tratar temas controvertidos en la pequeña pantalla es más arriesgado, pero precisamente por ello hacerlo tiene un mayor impacto. Es en ella donde se permite normalizar realidades, donde la voz de los más vulnerables va a poder llegar a un mayor número de personas.
De lo que no hay ninguna duda es que, gracias a que las cadenas están apostando por series como Veneno, la televisión puede ayudar a que más personas lleguen a decir en el futuro que #TodoMejora.