Las localizaciones principales de la película La llamada, de Javier Ambrossi y Javier Calvo (España, 2017), están situadas en la Sierra de Guadarrama, en un campamento de verano cristiano al que llaman La Brújula. Dos chicas adolescentes, María y Susana (Macarena García y Anna Castillo), pasan el verano desde su infancia allí. A las dos les encanta el reguetón y el electro latino e incluso forman un grupo llamado Suma Latina, con un single llamado “¡Lo hacemos y ya vemos!”.
La historia primero triunfó en el Teatro Lara de Madrid, donde cinco años después se sigue representando el musical. El año pasado se estrenó la película con buena acogida de público y crítica, con premios y nominaciones, representaciones y giras. Aunque el Goya se lo llevó el cantante Leiva a la Mejor Canción Original, en la edición de estos premios de 2018 también estuvieron nominadas Anna Castillo y Belén Cuesta a Mejor actriz de reparto, por sus dulces interpretaciones y voces.
Susana siente la llamada fumándose un cigarro a solas en el campamento, al aire libre. Se asoma por una ventana y ve a Milagros (Belén Cuesta) cantando la canción de Presuntos Implicados Todas las flores, que le encantaba cantar años atrás en otro lugar, con otra vida. Milagros, que es monja, se quita el hábito por un momento, se pone un vestido veraniego rojo con flores y se pinta los labios con carmín; después, coge el cepillo y frente al espejo, se imagina en un escenario. Se intercalan la imagen de ella en el espejo, la del escenario ficticio en la que ella es una estrella y la de Susana fuera fumándose un cigarro… enamorándose de ella. Un plano general con Susana apoyada en la pared y sorprendida, a la par que pensativa, muestra una pintura en la pared de la Virgen María lanzando un arcoíris al lado de la ventana, una forma visual de decir que acaba de enamorarse de Milagros, que ha sentido “la llamada”. La canción enamora, y Milagros y Susana también.
Macarena García hace el papel protagonista de María y ella siente la llamada de Dios, quien se le representa bajando por una escalera con humo a modo Lluvia de estrellas y trajeado, como si fuera un cantante de un bar de la zona guiri de Benidorm, ya que es británico. María también enamora; ella podría ser la Virgen María con esos ojos, esa cara, esos dientes, esa sonrisa… Es todo dulzura y tiene el brillo en los ojos que hace que se te encoja el alma, que también brille tu ilusión por dentro.
La película, como bien dijo Javier Calvo en los Goya, va dirigida a quienes se sientan solxs, perdidxs. El director, durante su discurso, lanzó un emotivo mensaje contra el bullying y recordó a todos que es gay. Su pareja, Javier Ambrossi, estaba al lado emocionado también y embelesado por él, por sus palabras y por el momento tan importante que estaban viviendo, su propio carpe diem. Ellos también enamoran, así como Leiva y Macarena García, quien recibió unas palabras de su amado al recoger el premio.
Así que, si no has visto la película y te apetece desconectar, oír un poco de música y dejarte llevar por un sendero en el que cada uno siente su llamada particular, esta es una historia perfecta para ello. Nunca es tarde para sentir aquello que crees que podría ser lo que necesitas para ser feliz. Y si, haciendo un guiño a la canción de Presuntos, tantas veces te has caído, seguro que con la mano de alguien te vuelves a levantar. O con tu propia mano.